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  • Foto del escritorLuis Silva Moya

Desvalorización Personal; receta para una mala salud mental

“La mayoría del tiempo me siento abrumada, no hay día que no me esté evaluando si hice bien mis actividades o si las personas de mi alrededor hacen bien las cosas” Mujer, 24 años, Guadalajara, Jalisco.

“A veces pienso que no encajo en mi trabajo o en mi familia,siento que no me entienden, y eso me hace explotar, luego viene la culpa… ya no quiero estar así” Hombre, 28 años, Guadalajara, Jalisco.

“Hago mucho por los demás, me esfuerzo, me sacrifico, tolero cosas que no me gustan y lo hago para no ocasionar problemas, lo mínimo que espero es que los demás responda igual… pero solo acabo desilusionada” Mujer, 35 años, Guadalajara, Jalisco.

“Creo que tengo algo en mi, que los demás ven y se aprovechan… y eso me hace estar enojado y triste, yo solo quiero vivir igual que ellos; relajados y contentos, pero entre más intento, más me doy cuenta que jamas seré así”... Joven, 17 años, Zapopan, Jalisco.


Las siguientes frases fueron escuchadas en diferentes sesiones dentro de la práctica clínica, son personas totalmente diferentes, que lo único que tienen en común podría ser un sentimiento de desagrado en relación con lo que son, lo que hacen y lo que sucede a su alrededor. Antes de comenzar con este artículo quiero invitar al lector a reflexionar sobre las siguientes cuestiones: ¿Cuál será el problema en común que tienen?, ¿Cómo es que no han podido resolverlo? o ¿Acaso ya será una forma de vivir y tendrán que aceptar su desgracia e infortunio?...


Uno podría suponer que una de las grandes cuestiones que nos aqueja a los profesionales de la salud mental es la explicación del “porqué” de su malestar y todavía bajarlo a un diagnóstico para darle un sentido y etiqueta al malestar. Haciendo creer que la salud mental solo es necesaria evocarla cuando tenemos un problema o trastorno mental acentuado, en pocas palabras no se difunde información para tener una adecuada salud mental y todavía siendo curioso;¿Existe una base para tener una salud mental? o ¿Todos nacemos con esa base y en el camino se deforma y/o destruye? A continuación te presentamos la respuesta.


Desvalorizados; la clave del malestar mental.

Al momento que llegan clientes con diagnósticos de ansiedad, depresión, agresión, problemas emocionales, cuadros fóbicos u obsesivos, así como problemas de pareja o familiares, hay un denominador común en estos distintos problemas con diferentes manifestaciones, el cual es que todos buscan sentirse valorados por su entorno - queridos, apoyados, aceptados, sentimientos de pertenencia, importantes, funcionales - por ende llegan con la percepción que algo tienen que no es reconocido, ni querido por los demás y de hecho, es rechazado; lo que sienten, piensan y hacen. Entonces empieza un ciclo sin fin de descalificaciones, de minimizaciones, de persistencia y acentuación de los famosos síntomas clínicos, esto es retroalimentando tanto por el que padece el malestar como los que están a su alrededor.


La falsa imagen del valor personal

Resaltando que la clave para empezar con un malestar mental y que evoluciona en problemas más complejos es como la persona busca darse valor a ella misma, buscando su valor en el exterior, en un ideal de lo que la persona desea ser. Esto se ve sostenido por las siguientes circunstancias:


  • La Familia: Es inevitable que la manera en cómo nos educaron dentro de nuestra familia no determine la manera en como somos, manifestándose en las creencias, hábitos y en cómo nos relacionamos. De esta manera personas que crecen en hogares donde los padres crecieron con la idea que el valor personal se construye por la manera en como los demás nos ven, piensan y opinan de nosotros. Dando como resultado una creencia general que la construcción de mi persona va ligada al reconocimiento, aceptación y evaluación del exterior.

  • La sociedad y cultura: Patitos feos, cenicientas, superman, mujer maravilla son solo algunos de los muchos personajes famosos que influyen al ser humano a moldear su forma de valorarse. La resistencia del patito feo sobre aceptar y dejarse llevar, la cenicienta capaz de continuar tolerando injusticias - agresiones por los demás, dándole un final utópico en el cual terminan felices y autor-realizados. Superman y mujer maravilla el responsabilizarse de todo, tratando de salvar el día, mostrándolos como personas que jamás se cansan y que todo pueden resolver. Estos ejemplos sirven para aludir que tanto la sociedad y cultura en la que actualmente vivimos cada vez más nos venden la falsa imagen de lo que es el valor personal. Actualmente lleno de personajes famosos - influencers, bloggers, artistas, mentores - en el cual su discurso es; amate, se mejor que los demás, sigue adelante, que no te importe el sacrificio, se exitoso y sobre todo jamás te sientas triste, miedo o con desagrado. No descalifico la buena intención de la información “cliché” de estos personajes, pero no es algo real, es algo utópico, fuera de la naturaleza de la persona.

La receta para la desvalorización


Aclarando que no estamos en contra de palabras positivas, emotivas o de superación personal. Queremos dejar en claro que la falsa imagen que nos brindan de cómo se forma la valoración personal - autoestima - tiene la siguiente receta:


  • Guiarse por un Ideal “Quiero Ser”: El primer ingrediente es la manera en cómo la persona descubre lo que es, es decir, la percepción que tiene de ella/él como persona. El cual se rige por una ideal de lo que quiere llegar a ser, poniendo en riesgo que jamas se va llegar a conocer, pues las metas que se ponen son utópicas; quiero ser solo feliz, quiero que los demás me quieran, quiero poder ayudar a todos y sobre todo muy volubles pues son determinadas por si los demás lo aceptan o no. Todavía su ideal descalifica cualquier imagen negativa o cualquiera en el cual la persona se sienta desagradable, confundida o reconociendo una incapacidad.

  • Valoración Exterior: El segundo ingrediente es que la persona somete su valor como persona a la opinión, reconocimiento, aceptación, evaluaciones de los demás, generando el riesgo de que la persona se pierda por tratar de abarcar el reconocimiento del entorno, pues lo anterior mencionado siempre está en constante cambio e imposible de controlar. Dando como resultado que el problema esté en la persona “ yo tengo algo mal que no encajo”.

  • Falsa seguridad y confianza: Se ven en riesgo, pues al momento que la persona se rige por un ideal y está en constante confirmación y búsqueda de lo que es retroalimentandose por el exterior. Sigue el 3 ingrediente, su seguridad en lo que hace es voluble, cambiante, inestable y por ende la confianza que tiene en el es muy frágil. Manifestándose en ansiedad, dependencia de las relaciones, inseguro en lo que hace y piensa, estrés, angustia, descalificando lo que siente por mencionar algunas dificultades adjudicadas a estas áreas.

  • Sin límites: El 4to y último ingrediente es que afecta directamente en los límites necesarios que debe tener una persona: Lo que tolera, lo que puede hacer, lo que intolera y lo que no puede hacer, generando sufrimiento o confusión el hecho de exigirse de más o dejar que los demás se aprovechen de él. Frontera nos referimos a la delimitación de la manera en cómo nos relacionamos con los otros, determinante para respetar espacios personales, sobre involucrarnos en roles que no necesitamos, cargar con responsabilidad de otros por mencionar algunos.

Seguir esta receta al pie de letra resultará en que la persona se desconozca, ignore lo que es, se centre en querer ser alguien utópico, generando problemas como inseguridades, apegos, descalificar lo que siente, exigirse cada vez más, narcisismo, sobreestimar(se) dependencia de vínculos, angustias, estrés y predisponiendo a la persona a generar un problema con su salud mental.


La Base de una buena salud mental


Ahora toca explicar cómo sería la base natural de una adecuada salud mental. Con base en los estudios y resultados dentro de la práctica clínica se ha llegado a la conclusión que si existe una clave para tener una adecuada salud mental y es como creamos nuestra valoración personal. A continuación te presentamos cómo es:

  • Yo Real “Adentro hacia afuera”; La capacidad de la persona de identificar, reconocer y aceptar las atribuciones “positivas” (valores, habilidades y capacidades) o “negativas” (defectos, carencias o limitaciones) que tiene. Al momento en que logramos aceptar y ser conscientes de esta valiosa información sobre nosotros, tendremos mejor manejo de nuestras emociones, podremos desarrollarnos mejor como personas y relacionarnos de una manera más sana con los demás.

  • Seguridad y confianza: Al momento en que conozco como “soy”, surge la seguridad que tengo en mi persona en lo que siento, pienso y hago, por ende se desarrolla una confianza flexible, adaptativa y dinámica. Los errores y problemas no se ven relacionados directamente con lo que soy, sino más bien se observan como parte de la experiencia, necesaria para continuar con el aprendizaje, generando dinamismo en la persona. Esto repercute directamente en el manejo de la ansiedad el cual es innata y necesaria para el desarrollo del individuo. Siendo igual en las emociones, tienes seguridad con lo que sientes y confianza en cómo las procesas, evitas descalificarte y así haces mas sencillo lo que ya es bastante complejo “autorregulación emocional”.

  • Crea los límites de la persona; que tolero, hasta donde soy responsable de mis actos, mis gustos, mis ideas etc. en pocas palabras los límites que son necesarios para el auto conocimiento y de igual manera marca la frontera dentro de las relaciones, necesario para establecer relaciones sanas; no aprensivas, no agresivas o dependientes.

Aunque se escuche sencillo lo anterior descrito, es difícil llevarlo a la acción, mas no imposible. Es cuestión de practica y dejar de mirar afuera un momento y darte una oportunidad de pensar quien eres y como eres, te sugerimos que lo hagas desde la postura más neutral que puedas, sin esperar algo, observándote y escuchándote. Recuerda que la base para una buena salud mental es conocerte, al momento de hacerlo puedes regular y manejar mejor las emociones, tener mayor control de tus pensamiento, menos actos impulsivos, mejor manera de comunicarte con los demás y desarrollar relaciones sanas sin perderte en el camino ni destruirte en el intento.


Recuerda si ahorita estás pasando por un mal momento o sigues algunos o todos los pasos de la receta de la desvalorización, y quieres tomar acción para cambiar esa situación, nosotros te acompañamos durante este recorrido.

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